A LO QUE LLEGA LA VANIDAD HOY EN DÍA SEÑORES!!!
Esta mujer coreana, Hang Mioku, se operó con un cirujano plástico por primera vez a los 28 años, y le gustó tanto que decidió mudarse a Japón para seguir operándose con doctores de allí.
Después de muchas operaciones, ya no era la misma, tenia la cara desfigurada, alargada, y ni sus padres la reconocian. Llegó a un punto en que ningún cirujano quiso hacerle ni una operación más por miedo a lo que pudiera ocurrir. Se le diagnosticó un trastorno mental y comenzó un tratamiento, que, como era muy caro, pronto lo dejó, y volvió a sus "vicios".
Después de mucho buscar, encontró un medico dispuesto a darle una inyección de silicona, es más, le dió la jeringa y la silicona para que se lo pusiera ella misma en la cara. Cuando la silicona se le acabó, tuvo la genial idea de inyectarse aceite para cocinar, y así quedó:
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